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Cuando dejes una pregunta son necesarios algunos datos: La edad del animal, Tu edad y experiencia, El tiempo que tienes para dedicarle al animal, El espacio que tiene el animal, y por último ser lo más objetivo posible, (en el mes de noviembre esta el enlace para encontrar y dejar preguntas)

martes, 21 de diciembre de 2010

juegos y juguetes para perros

Cada vez está más de moda que los perros tengan juguetes; en las tiendas hay una gran variedad; muchos dueños gastan cantidades nada despreciables de dinero en ellos y a veces no consiguen lo que desean. He trabajado en criaderos con decenas de perros y cientos de juguetes, y puedo compartir algunas ideas al respecto...

Ningún perro necesita muchos juguetes, 2 o 3 suele ser suficiente; si le dan a escojer a un perro promedio entre (literalmente) cien juguetes, difícilmente juegue con más de 2 o 3. Un perro necesita al menos un juguete duro y otro blando, como mínimo; adicionamente alguno que haga ruido puede ser bueno, más es innecesario, a veces contraproducente.

Los jueguetes duros son necesarios porque muchos perros se entretienen mordiendo cosas duras, así limpian sus dientes y encías, desfogan fuerzas y tensiones y se entretienen por mucho rato. En general un juguete duro es ideal para cuando un perro ya corrió o hizo su ejercicio diario; así, mientras está recostado y descansa bien puede jugar solo con su juguete. un juguete duro por excelencia es un hueso de vaca de femur, en Perú se llama manzano, o bien una carnasa.

Los juguetes blandos, son necesarios porque es virtualmente imposible jugar con un perro y su juguete duro. Los perros disfrutan de jugar jalando cosas y si sólo tiene su hueso será sumamente incómodo jalarlo. Una toalla vieja enrollada es ideal para jugar con el perro, es ideal que al menos sea más larga que el doble de la cabeza del perro (para que el perro pueda morder y uno agarrar bien el otro extremo) y que sea moderadamente gruesa. La ausencia de este tipo de juguetes es responsable de que muchos perros destrocen las alfombras o cortinas.

Además, los juguetes con ruidos pueden ser útiles, porque muchos perros se entretienen más con el sonido, pero a una cantidad importante de perros no les agradan. Las pelotas de tenis o béisbol, son buenas porque la mayoria de perros medianos (digamos de 20 a más kilos) puede cogerlas con sus bocas y traerlas como parte del juego.

Jugar con los perros es importante, porque los relaja y a la larga evita que hagan cosas que resultan desagradables; un perro con una rutina de ejercicio y juego adecuada, difícilmente tendrá tiempo o ganas de dañar la casa. Antes de corregir a un perro por dañar la casa, deberíamos asegurarnos de que está jugando al menos una vez al día 15 min y ejercitándo una vez al día 30 min.

Idealmente, en cada semana, se debería incluir al menos 3 tipos de juego alguna vez:

El juego de tirar la pelora y recogerla; es un buen juego (en especial para las razas de caza) porque los cansa y entretiene mucho; en perros pesados o bien los bulldog no es muy recomendable porque el perro se esfuerza demasiado.

El juego de jalar el trapo o la toalla; es un juego que "relaja" mucho al perro. No es recomendable usarlo todos los días (excepto en bulldog o perros obesos) porque hace que el perro tenga más "presa", es decir más impulso por morder cosas.

El tercer juego es hacer que te alcance; evidentemente es el juego que necesita más resistencia física, pero es ideal para que el perro socialice y contrarresta los efectos del juego anterior. Los perros son fáciles de "esquivar" porque se suelen adelantar, si el perro tiene mucho físico, se puede complementar tirando la pelota o el juguete, es ideal cargar siempre más de un juguete.

Idealmente, todo cachorro de hasta 4 meses debería jugar con alguien 15 minutos 3 veces al día; luego mientras el perro crece se puede bajar la cantidad de ejercicio.

lunes, 20 de diciembre de 2010

primeros pasos...

Es común que los perros chiquitos sean inquietos y que sus dueños quieran enseñarles muchas cosas muy pronto; desafortunadamente no siempre es bueno; hay algunas cosas que los perros pueden aprender antes de los 4 meses y otras que no deberían aprender hasta cumplir esta edad.

Los tres entrenamientos básicos son muy simples, un perro podría entenderlo desde los 3 meses, incluso algo menos, pero no es bueno ponerse a enseñarlos antes ¿por qué? porque el entrenamiento requiere atención y, eventualmente, castigo. Un perro muy pequeño se puede distraer, orinar, asustar, cansar, frustrar o intimidar muy fácilmente. Si se le enseña y pasara alguno de estos eventos, será contraproducente; la mayoría de las personas sin especialidad, no podrán ver que el cachorro está frustrado o asustado hasta que ya es demasiado tarde y el perro tiene algún trauma, nada serio, pero que si se suman unos tras otros, complicarán el aprendizaje posterior.

Los perros deben separarse de su mamá entre los 45 y 60 días; antes es posible, pero no es buena idea. Cuando llegan a su casa nueva, es recomendable que lleguen en un momento en que toda la familia tenga tiempo, para que el perro conozca a todos. Luego hay que enseñarle su lugar: el lugar del perro es donde come; es su sitio de mayor "querencia" y su último refugio. Los primeros 2 o 3 días, no hay que preocuparse demasiado si ensucia por toda la casa. Sucede que el cambio de alimento les altera el estómago y auqnue queiran no pueden controlarse bien, luego de eso hay que enseñarles:

A comer en orden: sólo eso, en un horario fijo, se le da la comida por unos minutos y luego se le quita; si no comió es problema de él, es mejor que pase hambre un par de veces a que no se haga un horario. Un perro de 3 meses debe comer 4 veces al día, uno de 4 meses, 3 veces al día, hasta los 6 meses 2 veces al día y luego 1 o 2 veces al día, según lo que disponga la familia. El horario y lugar de alimentación es lo primero que debe aprender.

A ensuciar en su lugar: Los cachorros suelen ocuparse poco después de comer, en los primeros días, es fácil ver cuanto se demora en ensuciar, luego de comer. Cuando ya tenga su horario definido, hay que esperar a que coma y llevarlo al lugar donde se quiere que ensucie, pronto no se va a aguantar y va a ensuciarse, luego de eso se le premia y se le deja ir. Hay que repetir este procedimiento al menos un par de días sin preocuparse si ensucia en otro lugar. Sólo después de esto se le puede reprender si no ensucia en su lugar: mucha gente le pega a los perros sin haberles enseñado, esto, agrava el problema. Finalmente, los cachorros suelen orinarse por la emoción, esto también debe controlarlo y es sencillo: si el perro se emociona porque alguien llega a casa, la persona debe ignorarlo y dirigirse hasta el lugar donde debe ensuciar (preferentemente dejar sus cosas en un lugar inaccesible al perro de camino), y sólo cuando estén allí. Siempre con calma.

A conocer a su familia: generalmente los perros se identifican más con alguien es especial, esa persona debe enseñarle lo anterior, que un perro suele aprender en 15 días. En este tiempo, si los demás lo ven haciendo algo malo, lo mejor es ignorarlo, o a lo mucho cargarlo y dejarlo en otro lugar. Pasados estos días el perro, debe aceptar la autoridad simbólica o "rango" de todos en la familia. Idealmente, el perro debe tener un tiempo para que todos jueguen con él y le den de comer al menos alguna vez. Luego de ese tiempo, el perro probablemente ya se sienta seguro en su nueva casa y es el momento ideal para corregirlo si gruñe, muerde o es agresivo sin necesidad; las más de las veces basta alzar la voz o bien empujarlo. Los golpes no son necesariamente malos, pero es más efectivo y menos dañino (de hecho un mal golpe lo puede dañar) empujarlos o arrastrarlos un poco.

martes, 7 de diciembre de 2010

Miedo y agresividad

Si un caballo se asusta, su primera reacción es salir disparado; puede dar algunos brincos y soltar algunas patadas, pero es poco probable que las patadas sean peligrosas, la primera intención es huir no atacar. Esto sucede porque en la naturaleza los caballos son presas; es muy improbable que puedan hacer daño a sus depredadores, aquellos que lo intentan tienen menos posibilidades de sobrevevir que aquellos que huyen. Así, aunque parezca descabellado, no es una "mala" estrategia asustar a un caballo para entrenarlo; al menos no es especialmente peligroso.

Los perros, en cambio, son depredadores; sus mayores niveles de "miedo" se dan justo antes de atacar. Así que para los perros la agresividad y el miedo suelen ir juntos, o al menos así ha sido durante buena parte de su evolución. Un perro asustado puede convertirse rápidamente en un perro agresivo o peor, en uno peligroso, lo que es más: no tiene ningún sentido asustar a un perro para entrenarlo, a menos que se desee y se tenga la habilidad para trabajar con un perro potencialmente agresivo.

El miedo se detecta en varias actitudes de los perros y en general está muy asociado con la inseguridad; un perro que ladra a todo, que se acerca a cualquier visitante agresivamente pero que al menor movimiento de este se aleja, un perro que no puede echarse apasiblemente en cualquier lugar o que está dando vueltas alrededor de su amo en lugar de investigar calmadamente su entorno, es un perro asustado.

El mejor remedio para la inseguridad es la socialización; un perro que ha probado muchas personas, lugares y situaciones y siempre ha salido airoso, es un perro que en general no tiene porqué tener miedo. Recomiendo entrenar a partir de los seis meses para poder dedicar más tiempo, en estos seis meses a volver psicológicamente fuerte al perro; en seis meses, hay tiempo de sobra para que conozca muchos lugares, se quede a dormir alguna vez en una casa distinta y cambie de alimentos varias veces; todo esto ayuda a que el perro sea estable, no tenga miedos exagerados.

Si un perro ya adulto es nervioso o asustadiso, representa un problema mayor: por un lado, es probable que requiera socializar más, por el otro, es posible que haya sufrido uno o varios traumas que le dificulten socializar. Así tenemos perros que no quieren salir de su casa, no quieren caminar en el parque o no quieren que su amo se aleje un minuto de él en la calle. Todos estos problemas implican miedo, pero muchas veces los perros recurren a la violencia para comunicarse: gruñen para que no los saquen o atacan a cualquier otro perro que ven al salir; en general es miedo.

En general, lo ideal es detectar el trauma y atacarlo directamente: si tiene ataca a otros perros cuando sale y lo hace desde que lo mordieron en la calle, es que le tiene miedo a otros perros: lo más fácil hacerlo socializar con otro perro; idealmente con un perro muy tranquilo que le tenga paciencia o con una cría (muy pequeñita) a la que no ataque porque no la considere competencia.

Hay tres miedos intrínsecos en los perros (cada especie tiene miedos diferentes) que hay que cuidar, pues no dependen del perro, siempre que se trate de superar un trauma hay que fijarse que nada de esto los asuste más: miedo a la oscuridad, miedo a los lugares muy confinados o estrecho y miedo a los lugares resbaladisos.

Idealmente, siempre que se desee superar un miedo, es útil tener uno o varios perros que asistan; también es importante centrarse en superar el trauma (por ejemplo si tiene miedo al parque y lo logramos sacar, no es momento adecuado para enseñarle nada más).

domingo, 5 de diciembre de 2010

Jerarquía canina, ¿qué hacer?

Un problema frecuente con los perros, es que por falta de reglas claras o tiempo de las personas que viven con ellos, desarrollan problemas de jerarquía. En la naturaleza, los perros viven en grupos familiares muy numerosos ( de 5 a 20 animales) y para ello necesitan reglas muy claras.
Los perros no son democráticos ni participativos, no son demasiado tolerante a los débiles ni considerados con los de poca jerarquía; esto no es maldad, es simplemente una adaptación para sobrevivir; pero en una familia humana puede representar un gran problema, pueden morder a los niños o a los invitados; montárlos u orinarse, todo esto es tremendamente desagradable y peligroso y hay que evitarlo o correguirlo.

En general, sólo se necesita un liderazgo claro para que los perros obedezcan, es necesario ir desarrollando el liderazgo al tiempo que el perro crece. Para llevar un buena relación con un perro, hay que saber manejarlo, no siempre es bueno contratar a alguien que sepa entrenarlo; que el perro este entrenado es sólo la mitad, falta entrenar al humano.

Si el perro tiene problemas de jerarquía, puede tener alguno de los siguientes signos:

Gruñe, muestra los dientes, o intenta intimidar, cuando alguien se acerca al espacio donde duerme.
Gruñe, muestra los dientes, o intenta intimidar, cuando alguien se acerca a él mientras está comiendo.
Gruñe, muestra los dientes, o intenta intimidar, cuando alguien agarra su jueguete y no se lo da (o juega con el perro) inmediatamente
Intenta montar a alguien
En presencia de muchos extraños se aparta y se pone a la defensiva.

Para corregirlo hay que hacer 2 cosas:
en el largo plazo, entrenarlo y reforzar el vínculo con el perro
en el corto plazo tomar alguna de las medidas sugeridas:

A) darle el alimento.
En la naturaleza, los perros de más jerarquía suelen alcanzar las presas y matarlas; cuando siguen a una presa, los perros de menos jerarquía la cansan, mientras los de más jerarquía esperan, hacen así, porque saltar sobre la presa es la parte más peligrosa y solo los alfa lo hacen, luego llegan todos los perros y lo ayudan. Esto comportamiento se puede usar para nuestro favor.
Lo primero que hay que hacer con un perro que tiene un problema de jerarquía (o rango) es darle de comer, es bueno tomar el alimento con las manos, para que coja nuestro olor, tambien es bueno darlo en puñados pequeños y siempre al mismo horario.
Supongamos que un perro coma 1kilo de alimento, lo que hay que hacer es darle un puñado al plato y quedarse viendo, cuando el perro empiece a comer, acercarse lentamente, luego acariciarlo y eventualmente empujarlo o quitarle la comida; esto no es maldad, estamos probando que tan tolerantes son a nuestro "rango" sobre ellos, idealmente no deberian siquiera molestarse. Lo importante de este truco es que apenas el perro de muestras de agresividad, simplemente no le damos comida hasta el siguiente turno; asi aprenderá a que debe estar calmado y se tolerante. No es dañino que un perro se salte un par de comidas o incluso no coma un día; el caso más difícil que he visto fue un perro que se mostró agresivo por 3 días y 3 días lo deje de hambre sin la menor pena; desde el cuarto día fue un gran perro y muy obediente, no tuve que golpearlo nunca.

B) sacarlo a pasear.
Probablemente la mejor forma de ganarte el "rango" para un perro sea que salgas con él. Cuando salen a la calle, hay cientos de cosas que pasan, ruidos, olores, gente, todos estos factores asustan o al menos desequilibran al perro. Si el dueño está al lado y se muestra controlado, el perro rápidamente se sentirá seguro con él. Es la mejor forma de ganar la confianza del animal y su respeto, pero a veces es algo dífícil de empezar (sobre todo si el perro ya tiene problemas y no se tiene mucha experiencia). idealmente todos los perros deberían salir al menos 1 vez a la semana por un periodo largo (digamos 2 horas), en este momento, es bueno hacer mucho ejercicio (si el perro está sano, claro) para un perro media, recomiendo ir en bicicleta y el perro a trote por 45 min.(si se cansa mucho, o las primeras veces, hay que bajar el ritmo cada 15 min para que se recupere un poco) es un buen ejercicio para el dueño y permite un desgaste apropiado para el perro. Si luego de esto lo alimentan y le dan agua, es virtualmente imposible que no los reconozca como sus líderes.

lunes, 29 de noviembre de 2010

comida casera

Ninguna comida humana es apropiada para los perros, en general  comemos cosas muy condimentadas y fritas para ellos, comemos muchos azúcares y almidones que ellos no pueden digerir bien; si le damos nuestra comida, es probable que se enfermen en algún tiempo, pero eso no implica que podamos preparar algunas comidas que sean buenas para ellos con los mismos insumos que nosotros preparamos nuestros alimentos.

Algunas consideraciones de la alimentación de los perros:
No dulces (malogran los dientes)
Pocos almidones (pan, pasteles, etc.)
No condimentos (no necesariamente les van a parecer agradables y pueden intoxicarse)
No huesos (de res algunos grandes son apropiados, pero nunca de aves o peces)
No frituras (los perros necesitan más grasas que nosotros, pero no fritas)

He podido probar mezclas de alimentos humanos que han dado resultado en perros, la receta que pongo acá ha sido probada por muchos perros y largos periodos, pero no con una muestra estadística suficiente para publicarla de forma ceintífica:

Caldo:
Los perros gustan de sabores fuertes, lo primero es preparar un caldo de menudencia o carne, recomiendo lo primero.
En 2 litros de agua, poner a sancochar 1 kilo lo hígado de pollo, bien lavado por 30 minutos; agregar 4 cucharadas soperas de sal de cocina.
Separar el sólido (los pedasos grandes) del caldo; los sólidos pueden guardarse para premios en la congeladora por 15 días y en la refrigeradora por 3 días.

Sólido:
En el caldo agregar 2 litros de agua de agua, unos 5 o 6 dientes de ajo y 1.5 kilos de menestra (soja, arverja o lenteja), esperar a que cocine. Retirar el ajo. cuando esté sancochado, es recomendable esperar a que se seque un poco (como un segundo para humano). Agregar 100 ml de aceite de cocina.

Cantidades:
Un perro de 10 kilos debe comer alrededor de 750 gr dos veces al día de este sólido, además unos 50 a 150 gramos de los hígados en función al desgaste físico.

Cuanto debe pasear un perro

Idealmente, un perro debería salir al menos 2 veces al día, enter una y un par de horas cada vez. En la naturaleza, los perros corren y caminan unas 8 horas al día, pero esto también los desgasta y viven mucho menos.

Es más fácil saber cuánto deben pasear si empezamos a ver porqué lo deben hacer: los perros deben salir a pasear por dos motivos: ejercicio y socialización.

Todo perro de más de 10 meses, debe hacer al menos 30 min de ejercicio diario para mantenerse en buena condición; incluso si su alimento es muy bueno, está ideado para un perro que hace ejercicio, pero muchos perros, si no los sacan se quedan arrecostados por largas horas y engordan. Aquí no es indispensable sacarlos a la calle, si tienes una máquina caminadora, puedes hacerlo entrenar, si tienes un jardín grande, puedes jugar con él, pero se trata de que haga 30 min de ejercicio sostenido y de mediana intensidad.

Ahora bien, igual, con una casa grande o un buen ritmo de ejercicios, hay necesidades que debes ayudarlo a saciar además del ejercicio.  Muy pocos perros son alfa por naturaleza, la inmensa mayoría necesita liderazgo, cuando salen a la calle, interaccionas con más personas y el perro aprende a ser sociable, tolerar a otras personas y animales, baja su impulso a la protección desmedida de su territorio y otras cosas buenas. Por eso es muy importante sacar al perro al menos una vez a la semana por unas 2 horas a un paseo largo, esto se debe empezar a hacer cuando el perro tenga unos 8 meses y tenga sus vacunas completas. Es mejor si puedes ponerte de acuerdo para salir con amigos y más personas, porque el perro ganará confianza y tú aprenderás a entender a tu perro.

Idealmente también, el perro debe aprender a jugar y a tolerar el collar antes de salir a largas caminatas, así podrás soltarlo un rato y que se relaje sin collar, desafortunadamente, esto sólo es seguro cuando conozcas a tu perro y tengas buen control sobre el, antes, podría ser peligroso. Lo no ideal pero mínimo es lo siguiente: sacar al perro cada dos días 30 min y cada 15 días 2 horas; menos que eso empieza a ser nocivo para casi cualquier perro, por animado que sea o por grande que sea la casa.

martes, 16 de noviembre de 2010

3 entrenamientos básicos: aceptar el collar

Aceptar el collar es quizá el entrenamiento más sencillo de todos, porque en este caso el perro suele tener interés en aprender. Para que el animal aprenda fácilmente, deben de tener el collar en un lugar visible y preferentemente al alcance del perro. Es importante hacer un "ritual" antes de tomar el collar, si es posible ponerse una gorra o cambiar de zapatillas, pero eso simplifica la asociación. Luego de hacer este acto, o serie de actos, llamen al perro por su nombre y digan una palabra con la que llamarán al collar, puede ser "collar", "cadena", "correa" o lo que fuera, preferentemente de dos sílabas.

En este caso, no hay necesidad de hacer sesiones formales, en 3 salidas a la calle el perro probablemente aprenda. La idea es hacer que tome el collar antes de salir, es difícil la primera vez porque no tiene como relacionar la salida con la correa (a menos que tengan otro perro) así que la primera vez hay que ponerle la correa mientras jueguen o estén descansando los dos (el perro y el entrenador).

Es mejor utilizar collar de ahorque y es más sencillo de poner, también es importante recordar algunas cosas:
1ro el collar no duele, denigra ni maltrata al perro; la mayoría de las veces que no lo quiere es simple capricho o bien susto porque es la primera vez que se lo ponen, si no le hacen caso pronto se acostumbra.
2do cuando aprenda que debe buscar su collar, hay que conflictuar al perro, es decir buscar elementos que distorcionen las asociaciones del perro para que sólo prevalezca la que se desea es decir: collar = obedecer; no debe relacionar el collar con el alimento ni con la salida, pero sí es importante que sea premiado por obedecer.
3ro cuando el perro ya acepte el collar, hay que enseñarle que debe devolverlo a su sitio: igual, al final de la salida, o del momento en que le pusieron el collar, hay que llevarlo al sitio donde estaba su collar inicialmente y quitárselo, dejarlo en su sitio y felicitar el perro, luego de eso hay que quitarse los demás implementos que el perro asocia con el collar (la gorra o las zapatillas).

Un perro debe aprender con facilidad a partir de los 4 o 6 meses, en una semana debe estar completamente acostumbrado, es fácil.

lunes, 15 de noviembre de 2010

3 entrenamientos básicos: enseñarle a quedarse quieto

El segundo entrenamiento que debe recibir un perro y probablemente el más importante es a quedarse quieto con una orden. La utilidad es inmensa, no sólo porque podemos estar seguros que podremos controlarlos, sino en especial podemos evitar circunstancias muy peligrosas (como que se escape cuando abran la puerta o siga a un automovil)

El procedimiento es sencillo, hay que ponerle un collar al perro y tener al menos 3 días con unos veinte minutos cada vez, es muy recomendable que el perro ya sepa jugar, para que después del entrenamiento puedan jugar con el como premio; también podrían enseñarle primero a ponerse el collar si desean.

La primera sesión es sólo caminar. Saquen al perro con su collar y manténganlo a su lado, no se trata de estarse peleando con el perro, si se aleja lo llaman con la voz, si no obedece le dan un tirón que lo fuerce a acercarse. En las tres primeras cuadras(o 5 min), el perro debería estar yendo más o menos a su lado, deteniendose cuando ustedes se detienen. Entonces le dicen "quieto", "alto", "stop", o como deseen, esa será la orden para detenerse. Es importante decir la orden una vez, con calma y obligar al perro a cumplirla, hay que quedarse quieto también, para que el perro lo asocie con más facilidad. No olviden prestar atención al entorno, lo peor que pueden hacer es "malograr" la orden y, aunque parezca tonto, suele pasar. Por ejemplo, si doy la orden y suena mi teléfono, un carro toca un claxon fuerte, una persona viene detras de mí y me pide permiso, etc, estoy confundiendo al perro. hay que repetir la orden varias veces en diferentes lugares: en pasto, en vereda, con gente, sin gente, con bulla, sin bulla, etc. empezando por donde hayan menos posibilidades de "conflictuar" al perro y poniendo cada vez más elementos que puedan distraer su atención. Al final de los 15 o 20 minutos, hay que premiar al perro y no volverle a dar la orden, para que "descanse" de ella.

La segunda sesión es algo más complicada, los primeros 5 min, es recordar lo que se hizo antes, hasta que el perro haga caso a rajatabla de la orden, luego siguen por el mismo lugar donde han hecho la practica anterior y esta vez, suelten la correa (ojo, no hay que quitar el collar, cosa que se puede retomar el control del perro pronto) y repiten la orden. La ventaja de no tener el collar es que pueden alejarse del perro mucho más que con la correa. Así que se trata ahora de darle la orden y alejarse algunos pasos. igualmente, siempre empezar por lo mas simple, y "conflictuar" al perro: caminar hacia adelante, hacia atrás, donde haya mucha gente, donde el perro no los vea, donde haya mucho ruido. Es importante no retroceder porque desgastan la orden, sólo hagan algo nuevo cuando tengan confianza que el perro les hará caso, pero por otro lado, deben probar, porque hacer muy extenso el entrenamiento es contraproducente, en 10 a 15 min el perro debería haber entendido la orden de forma clara. Si por algún motivo no les ha funcionado bien, pueden repetir esta clase hasta 3 veces, si aún así el perro no responde, probablemente ya no sea culpa del animal sino que se está haciendo algo mal; en ese caso hay que esperar una semana o dos y emepzar de nuevo, de preferencia con otra palabra.

El tercer día de entrenamiento es semejante al segundo, pero esta vez no se camina. hay que empezar la "sesion" en casa y sin collar, este día es un poco difícil porque muchas veces el perro no entiende a qué se referieren, además suele ser el entrenamiento más difícil: hasta entonces todo ha sido un juego para el perro, ahora la orden le va a impedir hacer algo que quiere, por ejemplo, hacer que no entre a un cuarto: caminen con el perro y cuando lleguen a la puerta de un cuarto, diganle que se quede quieto, entren, demoren un poquito y vuelvan a salir, hay que recompensar al perro cuando demuestre que ya aprendio pero no a cada paso.

domingo, 14 de noviembre de 2010

3 entrenamientos básicos de un perro: enseñarle a jugar

Un perro cualquiera, puede recordar unas 20 a 50 órdenes, entre simples y complejas. Lo que un perro debe saber, por supuesto, depende de su dueño, pero hay 3 conocimientos muy esenciales que es bueno que todos los perros tengan, a saber: saber jugar, saber buscar su collar y saber quedarse quieto. A partir de los 4 meses, más o menos, puede empezar a enseñarse a un perro y es recomendable empezar por que aprenda a jugar. Debemos eleguir un lugar más a menos grande (de 50 a 200 metros cuadrados) y preferentemente con pocas distracciones.

Todos los perros juegan, pero es importante enseñarles una forma de jugar que sea beneficiosa para ambos, naturalmente, los perros toman algún objeto y corren con él pretendiendo que nosotros los sigamos, esta dinámica no es buena, porque incluso en un espacio pequeño pronto tenemos complicaciones para alcanzarlos y seguir su ritmo; hay que enseñarles a jugar.
Se debe elegir un juguete y tener una copia semejante escondida con nosotros, lo lanzamos para que el perro lo alcance, cuando el perro lo tome, seguro volteará a vernos esperando que corramos tras él. Debemos quedarnos quietos y llamarlo, si el perro se aleja, hay que ignorar eso y seguir llamándolo con confianza que vendrá. Si el perro está tardando demasiado, podemos incluso alejarnos un paso.  Eventualmente, el perro se acercará, pero intentando que lo sigamos, es importante no perder la paciencia y proseguir llamandolo hasta que venga. Cuando esté cerca debemos acercarnos y sujetarlo, hay que acariciarlo pero asegurándonos que no se vaya, es importante que relacione que cuando el viene ya no se puede ir, así será más fácil continuar el entrenamiento. Cuando ya no quiera irse, recien te quitamos el juguete, ó en caso que lo haya dejado caer, le prestamos atención. Si el perro es pequeño, podemos quitárselo con maña y facilidad, si es adulto, es necesario hacerle entender que si no suelta el juguete el juego se acabó, para esto hay que intentar quitarle el jueguete, si no acepta, alejarnos del perro, cuando vuelva a acercarse, volver a intentar quitarle el juguete, así suscesivamente.

En condiciones normales un perro aprende a jugar como nosotros queremos en tres sesiones de 15 a 20 minutos que pueden darse en tres días seguidos.

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Los animales son espléndidos, son criaturas sencillas en las que podemos reflejarnos, ver la inmensa distancia que tenemos, lo mucho en lo que los aventajamos y lo mucho que hemos perdido sacando esa ventaja.

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